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#DatosEnCorto: Marcha INE





Los matices de la polarización: la discusión digital sobre la segunda marcha contra la reforma electoral



#DatosEnCorto



por @Signa_Lab con la colaboración especial de Antony Flores Mérida | 07 de marzo, 2023



El anuncio, los preparativos y la movilización del pasado 26 de febrero así como las reacciones a la misma, plantearon una vez más un escenario de discusión polarizada políticamente en México. El acontecimiento no fue únicamente una salida más de distintos sectores de la ciudadanía a las calles para exigir al gobierno federal se desistiera de la reforma electoral (el denominado “Plan B”) sino una instancia de discusión política amplia que algunos sectores aprovecharon más que otros.

Un análisis a uno de los espacios en los que se expresó esta contienda política, la plataforma de red social Twitter, da cuenta de cómo el debate entre quienes usaron las etiquetas y consignas rumbo a la marcha del 26 de febrero pasado, utilizaron el paisaje digital para articular sus demandas, encuadrar su rechazo como una cuestión en la que se juega la democracia y posicionarse ante la reforma electoral como ciudadanía organizada más allá de siglas partidistas o agendas políticas particulares. En tanto, otro grupo de discusión digital en la que se utilizaron hashtags para descalificar la movilización, mostraron un tono discursivo menos orientado a la deliberación política y más hacia distintas formulaciones de agresividad digital, es decir, tomaron el acontecimiento como una nueva oportunidad para usar la descalificación y con ello, atajar la posibilidad de diálogo democrático en línea.

Tal como se verá en esta exploración de la discusión digital en Twitter, los grupos que participaron en la discusión en torno a la reforma electoral en general y la marcha del 26 de febrero en particular, tienen matices que nos deberían permitir reflexionar más allá de la polarización para poner de relieve la variedad de posiciones y discursos o la diversidad de actores que han encontrado un punto en común para articular el debate político, al tiempo que otros actores buscan invisibilizar esa heterogeneidad en favor de una narrativa simplificadora que convierte a todo aquello que esté en contra del actual proyecto de gobierno en enemigo al que hay que desaparecer o, al menos, suprimir simbólicamente mediante el escarnio, la ofensa y la construcción del encono.





Datos de la exploración



Para llevar a cabo este análisis se llevó a cabo una descarga conjunta de etiquetas (hashtags) a favor y en contra de la movilización del pasado 26 de febrero. Las etiquetas descargadas se eligieron con base en los temas del momento (trending topics) durante el día de la movilización y para fines de esta exploración se definirán como “A favor de la marcha” y “En contra de la marcha”.

La cadena completa de búsqueda fue la siguiente: En etiquetas a favor se establecieron los términos ‘elinenosetoca OR marchaine OR mivotonosetoca OR yodefiendoaline OR mivotoserespeta’, y en etiquetas en contra se establecieron ‘marchadelosnarcos OR garcialunanosetoca OR marchadelospendejos2 OR lamarchadelospendejos2 OR lamarchadelosnarcos OR narcomarcha OR lanarcomarcha’. La agrupación de las etiquetas permitió captar gran parte de la discusión alrededor de la movilización así como los dos extremos polares discursivos en los que se encuadró el acontecimiento. Como primera anotación, es de ponerse de relieve la ‘variedad’ de etiquetas usadas para descalificar la marcha, las cuales parecen haberse usado de forma más o menos coordinada durante todo el lapso observado. Sin embargo, como se verá, la densidad de la conversación en términos alcance de las interacciones se muestra en el lado ‘a favor’ de la marcha que no solo aglomeró a un mayor número y diversidad de usuarios sino una producción más amplia y heterogénea de mensajes.

Siguiendo con la descripción de los datos, el periodo de descarga observado capta desde las 02:44 UTC del 22 de febrero hasta las 23:34 UTC del 3 de marzo con lo que, además del momento de la movilización, se abarca la discusión previa al evento así como la cobertura y debate posterior al mismo.

En cuanto a las métricas básicas del conjunto de datos, se señala lo siguiente: el total de publicaciones obtenidas fue de 1 millón 71 mil 768 mensajes para todas las etiquetas, de los cuales, solo el 7% son tuits únicos u originales: un total de 73,884 publicaciones.

Las publicaciones que usan etiquetas a favor de la marcha son 833 mil 549 de las cuales solo 53 mil 317 son originales o tuits únicos (algo así como el 5% del total de mensajes descargados) mientras que, las publicaciones con hashtags en contra son 238 mil 219 de las cuales 20 mil 567 son tuitis originales (apenas el 2% del total de la muestra).

Otro dato a considerar es el número de usuarios participando en la conversación: en total, 140 mil 38 cuentas distintas están presentes en la muestra de datos, de las cuales, 114 mil 242 participaron con mensajes que usaron hashtags a favor de la marcha y otras 27 mil 794 son cuentas que publicaron mensajes con etiquetas en contra.







La presencia de micro-influenciadores e influenciadores sirvió para amplificar las campañas



En análisis de redes es común que unos cuantos usuarios aglomeren una gran cantidad de interacciones. Sin embargo, este tipo de ‘nodos’ usualmente se corresponden con actores relevantes en el caso que se observa. En fenómenos de polarización política parece ocurrir un algo singular: si bien, algunos actores políticos son siempre bastante relevantes, se vuelve llamativo cuando emergen actores que sin pertenecer o ser figuras notables de los grupos políticos, adquieren relevancia por encima de otros actores. Por ello, el análisis de las cuentas puede brindar comprensión sobre la complejidad de fenómenos de polarización.

En este tenor, como ya se mencionó, poco más de 140 mil usuarios participaron en la conversación, sin embargo, decidimos observar solo aquellas cuentas que participaron con tuits originales (es decir, no retuits). Para caracterizar a las cuentas se decidió realizar un cálculo sobre el número de seguidores lo que también nos permite estimar el tamaño de los públicos de quienes participaron en el debate sobre la movilización.

En las cuentas que usaron hashtags a favor de la marcha, el 50% de ellas tenía 835 o menos seguidores. En cambio, entre quienes publicaron mensajes con hashtags en contra de la marcha, la mitad de esas cuentas tenía menos de 585 seguidores. Exploramos más a detalle a los usuarios y los distribuimos en los grupos ‘a favor’ y ‘en contra’ de la marcha, en segmentos de menos de mil seguidores, entre 1001 y 5000 seguidores, entre 5001 y 10000, de 10001 a 100000 y finalmente las cuentas que tenían más de 100000 seguidores.

Grupo de pertenencia Número de cuentas Número de seguidores
A favor de la marcha 93860 Menos de 1,000
15403 1,001 a 5,000
2323 De 5,001 a 10,000 (micro-influenciadores)
2276 De 10,001 a 100,000 (influenciadores)
362 Más de 100,000 (celebridades)
Total: 114242
En contra de la marcha 21442 Menos de 1,000
3569 1,001 a 5,000
426 De 5,001 a 10,000 (micro-influenciadores)
332 De 10,001 a 100,000 (influenciadores)
25 Más de 100,000 (celebridades)
Total: 25794

Como se puede ver, el 82% de las cuentas que tuitearon a favor de la marcha tenían menos de mil seguidores, mientras que las que tuitearon en contra de la marcha con esa misma condición fueron un 83% de ese grupo. En cuanto a micro-influenciadores, el grupo a favor tiene un 2% de sus cuentas en este rubro y el grupo en contra solo el 1%. La cantidad de influenciadores (entre 10 y 100 mil seguidores) también fue superior entre las que tuitearon a favor de la marcha, con 2,276 cuentas, contra solo 332 de las que publicaron en contra. En cuanto a celebridades, con 362 cuentas, el grupo a favor de la marcha superó a las 25 que publicaron etiquetas en contra.

En este sentido, una de las cosas que parece notarse es el hecho de que los micro-influenciadores e influenciadores fueron fundamentales en ambos grupos para amplificar el alcance de la conversación, sin embargo, la forma en que esta amplificación funcionó es cualitativamente muy distinta. Al explorar las cuentas que fungieron como nodos de amplificación a partir del número de retuits obtenidos se puede ver que el tipo de usuarios es muy distinto en cada grupo, como se expone a continuación.









Métricas de amplificación: el polo contra la marcha, desligado de los actores políticos



Una cualidad de estas movilizaciones digitales es el alto grado de amplificación que logran (de forma intencionada o no) mediante la práctica del retuit. En los datos obtenidos, cada tuit obtuvo en promedio 14 retuits, pero mientras los tuits a favor de la marcha tienen en promedio casi 16 retuits, aquellos en contra tuvieron casi 12. Sin embargo, algunos usuarios tuvieron un alto grado de amplificación en la muestra.

Entre las cuentas que usaron sobre todo hashtags a favor de la marcha, dos fueron influenciadores (con más de 25 y 50 mil seguidores cada una) y lograron más de 19 mil y 17 mil retuits respectivamente; le siguen una senadora panista (@kenialopezr) con 17.5 mil retuits, la organización @redesunidosmx con 15.9 mil retuits y el senador independiente @EmilioAlvarezI que obtuvo 15 mil retuits, al momento de la descarga. Otros personajes que obtuvieron 10 mil o menos retuits en este grupo son la periodista @azucenau el senador @SantiagoCreelM o el ex rector @JoseNarroR, entre otros, algunos de los cuales pueden calificarse como celebridades digitales por el número de seguidores que tienen. Destaca que se trate de periodistas y actores políticos de la oposición pues expone a aquellos nodos participantes que logran articular el discurso político de sus sectores partidistas y grupos de interés aliados. En ese sentido, no deberían servir para simplificar la afiliación partidista de quienes discutieron ‘a favor’ de la marcha sino para ejemplificar que en este grupo la presencia de actores notables fue relevante analíticamente para la discusión y encuadre de las distintas demandas.

Lo anterior no puede decirse del grupo que discutió usando los hashtags en contra de la marcha. En este grupo que publicó mensajes contra la movilización ciudadana, destacaron una cuenta que califica como celebridad digital (más de 100 mil seguidores) que se declara “apoyo a la 4T” pero que no pertenece a ningún actor político o institución, no obstante lo cual obtuvo 67 mil 906 retuits, la cantidad más grande de amplificación obtenida por cualquier cuenta en la muestra. Le sigue un YouTuber también declarado a favor de la denominada 4T, otra cuenta influenciadora por-4T con 7.6 mil retuits, la del analista político @abrahamendieta con 5.9 mil retuits, entre otras. Ninguna cuenta de partidos, funcionarios o figuras de la política nacional ni del partido MORENA aparecen entre las más influyentes en este grupo.

En el sector que publicó mensajes contra la marcha, la ausencia de cuentas de los actores partidistas o institucionales resulta llamativa, pues es de amplia difusión la forma en que desde espacios institucionalizados de poder político como la conferencia matutina del presidente se hicieron amplias referencias a la movilización. En este tenor, puede afirmarse que el polo partidista del oficialismo no requiere o juzga necesario participar tan activamente de la discusión habida cuenta la multitud de cuentas que, declarándose abiertamente como parte del proyecto político, articulan su mensaje a veces de forma claramente ofensiva cuando no abiertamente violenta. Esto, resulta conveniente para el oficialismo pues no expone a sus figuras relevantes en tanto haya grupos de usuarios que, coordinadamente, defiendan su posición discursiva.







Interacciones digitales: entendiendo la polarización



La descarga de datos que se aborda en esta publicación se procesó para obtener una serie de interacciones susceptibles de representarse gráficamente. Para ello, a partir de los metadatos se extrajeron dos tipos de interacciones: entre usuarios (a las que llamaremos U2U) y entre usuarios y etiquetas (a la que llamaremos U2HT). Los grafos resultantes de este procesamiento se muestran a continuación.

En primer lugar, hay que señalar que la producción de mensajes originales es muy distinta a lo largo del tiempo. Como se puede ver en las siguientes gráficas, la producción de mensajes ‘a favor’ de la marcha estalló en las horas antes de la movilización y alcanzó picos de más de 4,500 mensajes por hora. Mientras tanto, la discusión digital ‘en contra’ de la movilización tuvo una producción más sostenida en días previos a la marcha, compitiendo directamente con las publicaciones ‘a favor’ pero quedándose muy por debajo el día de la movilización, con un pico de 888 mensajes por hora máximos (aunque en amplificación por retuits, logró un avance bastante notable).

La forma en que se dio esta producción de mensajes es importante para acercarnos a las interacciones producidas en el contexto digital.

Las interacciones entre usuarios dieron como resultado el Grafo 1 que consta de 143 mil 426 nodos entre los cuales hay un total de 955 mil 766 relaciones (las interacciones captadas son retuits, menciones, respuestas y citas). Cada nodo tiene en promedio interacciones con 6 nodos y todos los actores captados se distribuyeron en más de 3 mil comunidades. Sin embargo, dos comunidades concentran a los usuarios que publicaron mensajes a favor de la marcha: estos dos grupos conforman el 39% de los nodos y 22% de las interacciones. Las comunidades que parecen interactuar en publicaciones en contra de la marcha son un 46% de los nodos y 45% de las interacciones.

Una forma de interpretar estos datos es que hay un mayor número de interacciones entre los nodos que participaron en la conversación contra la marcha, y esto se debe con alta probabilidad a la amplificación por retuits que tuvieron las cuentas influenciadoras que participaron en este grupo.

En el caso de las interacciones U2HT obtuvimos 121 mil 649 nodos que establecen entre sí 579 mil 838 interacciones que se distribuyeron en 117 comunidades. Como se puede ver en el grafo, las etiquetas se distribuyen con fuerza entre dos grandes comunidades (a favor y en contra de la marcha) y aquí el panorama de las interacciones cambia. Entre usuarios que publicaron mensajes a favor de la marcha se forma una comunidad que aglomera el 69% de los nodos y el 66% de las interacciones. Al comparar esta métrica con la segunda comunidad en importancia, la que parece articular los hashtags en contra de la marcha, esta obtiene 25% de los nodos y 22% de las interacciones.

Una forma de interpretar el dato anterior es que entre usuarios que participaron con mensajes a favor de la movilización hubo mayor articulación de mensajes y una interacción más amplia dirigida a un mayor número de usuarios, mientras que entre quienes usaron etiquetas en contra de la marcha, la discusión estuvo más concentrada y menos distribuida. Hay que tomar en consideración, también, que pese a que la muestra de datos fue amplia, el número de publicaciones de cada “grupo” es muy dispar.







Tono y emotividad de la discusión digital



En términos del tipo de emotividad que movilizan sendos grupos, hay una clara disparidad: el análisis textual sugiere que en las publicaciones que usaron etiquetas a favor de la marcha, además de las distintas formulaciones de las consignas (El INE, el voto, la democracia “no se toca”, “se respeta”, “todos somos”) los verbos y adjetivos usados posicionan a los usuarios ante lo que consideran una agresión o injusticia, los mensajes parecen articular un posicionamiento que a fuerza de la reiteración de publicaciones se vuelve colectivo: verbos como defender, vamos, estamos, vemos; sustantivos como democracia, libertad, pueblo, concentración, poder, derecho, ciudadanía; adjetivos como bien, libre, mucho, fuerte; aparecen con mayor frecuencia en este grupo de mensajes. La Nube de palabras 1 muestra los términos más frecuentes con al menos 100 repeticiones en la muestra de mensajes obtenida.

En tanto, en las publicaciones que articulan las etiquetas en contra, el tono parece más agresivo al grado de que algunos de los hashtags utilizan directamente formulaciones denigrantes o malsonantes para referirse a quienes participan en la marcha (pendejos, corruptos, narcos, son algunas de las formulaciones). Lo que aparece con mayor frecuencia son nombres: el presidente @lopezobrador_, el opositor y activista @ClaudioXGG, el ex secretario de Seguridad y ahora convicto en EEUU, Genaro García Luna, el ex presidente @FelipeCalderon y el ex presidente @VicenteFoxQue (cuentas que parecen haber sido etiquetadas para dirigir algunos de los mensajes que utilizan formulaciones descalificantes a la marcha). Distintas formulaciones de risa y palabras que parecen orientar el sentido negativo de la conversación como corrupción, acarreados, delincuentes, narcopanistas, pendejos, farsa, miedo, vergüenza, delincuentes, ignorantes, engañada, clasista, son algunas de las que aparecen en este sector de la conversación. La Nube de palabras 2 expone las palabras más frecuentemente usadas en este grupo de discusión.

En este sentido, la aproximación a la dimensión textual de la discusión en Twitter sugiere un articulación de consignas entre quienes usaron hashtags a favor y distintas formulaciones de agresión entre quienes usaron los hashtags en contra de la marcha, lo que no es menor en un ambiente de polarización política como el que ha vivido México en los últimos años. Si bien, las manifestaciones más acusadas de agresividad en la producción textual de la discusión en Twitter no están generalizadas entre todos los usuarios, sí forman parte de una dimensión principalísima en la forma en que se busca producir sentido desde ese polo de discusión y sus implicaciones en términos de calidad del debate democrático digital son profundas y dignas de reflexión colectiva.







Conclusiones



En este análisis exploratorio se ha abordado la discusión digital en Twitter alrededor de los hashtags que se utilizaron en publicaciones tanto a favor como en contra de la marcha realizada el 26 de febrero pasado, en el marco de la contienda política por la reforma electoral emprendida por el gobierno federal.

La reforma en cuestión, el denominado Plan B ya ha sido aprobado y publicado y sus efectos empiezan a trasladarse a distintos ámbitos de la esfera política-electoral. Si bien, las impugnaciones seguirán su cauce legal en los órganos correspondientes, la deliberación política en torno al tema ha tenido un episodio más luego de la marcha del 26 de febrero y otros tantos habrán de venir en el futuro.

Esta exploración ha permitido ver cómo ambas articulaciones discursivas (lo que hemos reducido para fines de este análisis como ‘a favor’ y ‘en contra’) no se reducen a sus epítetos: de fondo hay un amplísimo debate que a veces queda subsumido a la lógica de polarización político-discursiva que caracteriza la deliberación en el contexto actual.
En primer lugar, cada polo discursivo produce lógicas de construcción de sentido muy particulares: en el ‘a favor’ hay una serie de posicionamientos (que se enmarcan en el ‘nosotros’) y articulaciones de consignas en torno a la democracia, la ciudadanía y el ámbito electoral; en el polo del ‘en contra’ si bien no está exento de distintas tonalidades, la agresividad está a plena vista y la descalificación es el punto de partida para confrontar a todo aquello y aquellos que se consideran adversarios (cuando no, abiertamente enemigos).
Mientras en el polo ‘a favor’ la cobertura informativa, los posicionamientos de actores políticos y la diversidad discursiva se aglomeran en una amplia discusión digital, en el polo ‘en contra’ se busca la producción de una visión monocromática en la que los notables (líderes partidistas, aspirantes a candidaturas, figuras de gobierno) están conveniente ausentes mientras cuentas abiertamente oficialistas se encargan de la articulación de la agresividad y violencia simbólica hacia los adversarios políticos. Esta cualidad del polo discursivo oficialista llama la atención y parece el síntoma de cómo el oficialismo construye su posición en el territorio digital.

Pese a ello, la propuesta y densidad de las interacciones de quienes discutieron ‘a favor’ de la marcha muestra mayor diversidad de la que el oficialismo denuncia y dado el tamaño de las movilizaciones, tanto digitales como en las calles, no debería sorprendernos que las expresiones de descontento adquieran con el tiempo una mayor fuerza ante lo que parece la poca disposición oficial para escuchar el reclamo de la ciudadanía.





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